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sábado, 25 de abril de 2009

Porque no recordamos...

No recordar es el motivo por el cual mucha gente no cree que estamos en una sucesión de presencias en este plano. Voy a tratar de explicarlo de una forma fácil y con palabras de uso cotidiano.
La explicación es demasiado simple, El kibalión dice:
Los labios de la sabiduría no se abrirán para los oídos q no estén listos para escuchar
¿Y en castellano fácil?
Si no quieres entender no tiene sentido que te esplique, buscarás siempre una repuesta tuya, una contra y lo que quizá para ti tenga más sentido.
Si estás listo a aceptar una explicación diferente puedes seguir leyendo los dos (2) motivos a saber.
La sucesión de vidas, es algo parecido a un colegio donde vamos solo a aprender, pero si alguna materia no la aprobamos debemos recursarla, ¿cierto? Bien, pero en el colegio de la vida no recusaremos la materia q debemos, recusaremos también las aprobadas con la única intención de demostrar q no hemos olvidado las materias q ya "Aprobamos".
El riesgo de recordar seria que a la hora, fecha y día de cometido el error lo corrijamos y ya no nos importe el resto, al final diremos: Si había aprobado todo!" Y la cuestión será que reprobamos otra vez.
En definitiva, TODO significa TODO, Solamente el TODO BIEN hará que aprobemos y ascendamos a la eternidad perfecta.
Otro de los motivos será nuestro entorno, parientes y accidentes que no necesariamente estarán en nuestras reencarnaciones y cuya pérdida nos ha provocado mucho dolor, y este no puede "cargarse" a través de nuestro aprendizaje porque puede influir en nuestras decisiones al no comprender que a veces la perdida dramática de alguien puede ser necesaria para el aprendizaje nuestro o de alguien así como para provocar una toma de decisiones.
Alguna vez escucharon: "Tuvo que pasar este desastre para que hagan algo" Y la respuesta no es otra que "Si, tuvo que pasar". Quienes estaban ahí decidieron terminar enseñando.
Nuestra vida puede llegar a ser muy difícil llorando y lamentando vida tras vida la pérdida terrible de alguien que creímos amar, un hijo o nuestros padres hasta volverlos a encontrar y entender porque todo fue como fue.
Vivir bien, sanamente y sin lastimar a nadie esa es la cuestión, y también la única forma de ascender al conocido vulgarmente como "cielo".

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