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domingo, 28 de noviembre de 2010

El cuerpo humano: La máquina perfecta

Se sabe que el cuerpo humano cuenta con la evolución de su lado y la ventaja de su utilización para su conservación, me refiero a que estamos diseñados para nuestra conservación y supervivencia y contra casi-todos los males que de la naturaleza provengan.

El alimento se digiere, allí se separan las proteínas, azucares y todo lo que el cuerpo necesita, lo mismo con el agua y con la respiración.

Pero hay una condición no negociable, la “maquina perfecta” funcionara correctamente si la procedencia de su combustible es natural, porque nuestro origen es natural por lo tanto nuestra normalidad se basa en nuestra naturalidad.

Al comenzar a vivir en nuestro envase fetal, nuestra madre no toma pastillas para la creación de nuestros órganos, huesos, ojos, cabellos etc. Ahí está el mensaje genético, que tampoco se consigue de forma artificial.

Todo nuestro cuerpo responde a la evolución, a miles o millones de años de crecimiento y adaptación a la naturaleza, tanto al clima como a la vegetación.
Todo lo que conforma nuestro cuerpo, como las pieles oscuras que son más resistentes al calor por ejemplo, pero hay cosas que son comunes al ser humano independientemente del lugar donde haya nacido, la alimentación natural.

Los vegetales de todo tipo y el agua son el equilibrio natural, en nuestras defensas y en todo nuestro organismo. Más de una vez se escuchó:”Esas son enfermedades que antes no había”. Completamente cierto, en la historia el ser humano nunca consumió tanto alimento artificial o con condimentos artificiales.

Durante muchos años se creyó que lo natural estaba crudo, o no listo para el consumo, pero la mano del hombre nada tiene que hacer para la madures del mismo.
O sea, más allá de la cocina y el gustoso adobo, la base natural es lo que no debemos olvidar, hoy en día existen muchos condimentos artificiales para la comida y atraen por el sabor, pero son como un anzuelo sabroso, tienen aditivos que crean la adicción, que engordan, que rompen nuestro equilibrio.
Yese desequilibrio es lo que nos enferma .

Nuestro objetivo hoy es recuperar ese equilibrio natural,¿Cómo? Así de fácil, consumiendo alimentos naturales, no voy a entrar en detalles ni a aconsejarles nada puesto que todo lo que deben hacer es asegurarse de el origen de lo que consumen.

Por mi parte consumo semillas de sésamo, girasol, quimúa (le dicen quinua) y lino mezcladas, tres cucharadas por día. Cada tanto consumo un preparado que conocí como “de los monjes irlandeses” (¿?) compuesto por 2 hojas grandes de Aloe Vera, medio kilo de miel, y dos cucharadas de una bebida alcohólica de graduación 40, todo a la licuadora y a tomar 2 cucharadas soperas antes de desayunar, el tiempo y mi haraganería hicieron que el Aloe lo coma solo con azúcar, pero es cuestión de gustos solamente ya que la miel es para darle sabor y el alcohol actúa como conservante, para problemas digestivos es ideal ya que después de consumirlo van a poder digerir “clavos” sin problemas..

No es un gran esfuerzo, el aloe dura un par de meses preparado, y las semillas de acuerdo a lo que compres. No son cosas caras, son simples, básicas y no tienen contraindicaciones, de todos modos pueden consultar a un médico que sepa sobre terapias alternativas ya que éstas cosas reemplazan en algún caso a medicación occidental y no son negocio para ellos.
Esa es otra cuestión, el equilibrio (la cura) utilizando productos naturales NO ES NEGOCIO para ellos, los laboratorios.

Pero sobretodo simplemente me fijo en que todo lo que mi organismo digiere sea natural.
Ese si es un consejo que no tiene que ver con un titulo profesional sino con alguien que tuvo que aprender a escuchar a su cuerpo.

Aprendan a escucharse, el cuerpo siempre va a avisarles cuando algo esté mal.